Construyendo algo más que un Ecomercado de alimentos bio

La ciudad de Granada, situada en la ladera de las montañas de Sierra Nevada, se caracteriza por su condición popular y multicultural. El patrimonio específico de esta ciudad, marcado por la proliferación de movimientos sociales críticos que colocan a las personas y al medio ambiente como eje central de sus decisiones y actuaciones, incrementando su valor social reivindicativo y su activismo. En el seno de ese espíritu surge la Red Agroecológica de Granada, que como cada mes no solo se reúnen para vender unos productos, sino para crear una red de vínculos y pensamientos.

Imagen 1. Miembros de la RAG y participantes del Ecomercado después de una asamblea general. Local de la Ribera.

Una vez tropecé de forma casual con una frase tan sencilla y a la vez tan profunda que me hizo reflexionar: “En un planeta finito no se pude crecer de forma infinita”, aunque creo que hoy sería una paradoja que nos sentásemos un momento a recapacitar porque el ser humano dedica poco o ningún tiempo a pensar sobre algo. Pese a esto, en este mundo tan vertiginoso donde se producen tantas distracciones e interacciones que hacen todo mucho más complejo, creo que es hora de ponernos a pensar y actuar.

Parece que ahora nos estamos “dando cuenta” de la compleja red de intereses que ha creado el capitalismo en nuestra sociedad y comenzamos a entender que no se puede sobrevivir en un sistema como este que hemos construido. Así que, si se me permite expresar mi humilde opinión, este tren llamado mundo está a punto de descarrilar. Pero, ¿por qué no utilizamos el freno de seguridad, o sencillamente nos bajamos en alguna parada que nos permita cambiar de trayecto?

Ante esta pregunta de difícil respuesta, alguien puede pensar que hace falta una masa social que sea crítica y no conformista, que plantee un giro total, radical a toda esta situación insostenible. Pero, esta tarea resulta complicada, ya que existen un conjunto de elementos culturales y actores claves que impiden que la afirmación con la que comenzamos este texto se cumpla (ni siquiera a corto plazo). Pese a esto, sí vemos que existen propuestas a nivel local que están sentando las bases de un cambio de dirección hacia un modelo mucho más sostenible en el tiempo, que nos permitirá mantener los recursos naturales y no naturales que aún quedan y, así mismo, mejorar del mismo modo la salud humana.

Dentro de todas estas propuestas locales, en la provincia granadina, que desde hace más de 20 años está siendo motor de cambio, nació la Red Agroecológica de Granada (también conocida como la R.A.G.).

 

“La agroecología y la R.A.G. una unión reivindicativa”

Como toda revolución, la R.A.G. se ha ido generando a través de muchos años de proyectos e iniciativas anteriores hasta brotar como un movimiento colectivo de trabajo organizado y reivindicativo de aquellos modelos agroalimentarios sostenibles y alternativos.

Desde ella se intenta acercar y poner en contacto a las pequeñas productoras y productores a las personas que consumen y a las organizaciones y entidades, creándose así desde esta sinergia multitud de debates, reflexiones y, sobre todo, una conciencia  más crítica. Todo ello con el claro objetivo de hacer frente a todo un sistema agroalimentario dominante y siempre desde una perspectiva más  justa, con una intención más ética y comprometida con el medio rural, con la sociedad y con el propio planeta. Destacando sobretodo su labor más visible la que se realiza en el Ecomercado de Granada celebrado mensualmente.

Imágen 2: Reuniones y trabajo de comisiones de los socios de la RAG y participantes del Ecomercado de Granada.

“No es solo un Ecomercado, es también una comunidad de práctica y retroalimentación constante”

No solo estas personas trabajan en el Ecomercado, sino también originan redes de trabajo cooperativo mediante múltiples instrumentos, redes en las que se ensalzan las virtudes y los vínculos que se forman en la agricultura ecológica, en el consumo de cercanía y en la soberanía alimentaria.

Por tanto podemos asumir que el Ecomercado no es solo una actividad comercial sino también una aproximación entre las y los productores, sus organizaciones, las ecotiendas y otros colectivos a la ciudadanía. Pretendiendo de esta manera llegar no solo a sus consumidoras y consumidores más cercanos sino tambien a otros nuevos, captándolos y proporcionando esos valores y ese contacto cercano y directo.  

“La organización, el funcionamiento y los vínculos personales son claves para entender a la R.A.G. como referente”

La propia R.A.G. está conformada por distintas iniciativas, pero siempre con intereses comunes y con unas enormes ganas de trabajar de manera conjunta. Gran parte de esta red son todos aquellos productores y productoras, aquellas iniciativas culturales, asociaciones o entidades ecológicas y otras muchas, que dos veces al mes, se reúnen en el Palacio de Congresos y en la Avenida Luis Miranda Dávalos, con la ilusión de acercar a todas las personas no solo un producto o una actividad sino también  un vínculo humano. Un vínculo de humildad, de compromiso y de dedicación y esfuerzo colaborativo.

Para generar todas estas redes colaborativas entre las personas implicadas se requiere de un trabajo duro, un trabajo que se realiza tras el telón, en la trastienda. Este trabajo supone una entrega y una dedicación que supone afrontar y superar diversos retos, en lo  personal y en lo profesional. Son muchas las reuniones, los debates de proyectos, pero también las risas y el buen ambiente, todo ello para conseguir un enorme compromiso con el proyecto.

 

Imágen 3: Compañeras de las Redes Agroecológicas de Granada y Cádiz en un encuentro de intercambio de experiencias.

Recordemos que pese a esta mayoría de participantes y actuaciones que se han realizado hasta el momento, aún queda mucho camino por hacer. Por tanto, debemos seguir aspirando a un modo de vida en común y más humilde. Quiero acabar con estos versos que me han venido a la memoria, “¡Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado y con pobre mesa y casa, en el campo deleitoso, a solas su vida pasa, ni envidiado ni envidioso!”.

 

 Autor: Álvaro Macías Figueroa

Ambientólogo de la Universidad de Granada.

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